Debe haber más de 100 razones por la cual un hombre no debería escalar una montaña; el agotamiento físico, la posibilidad de una caída y/o fractura, el frío de la madrugada, el viento que te sacude con todas sus fuerzas, la incomodidad de la carpa, la comida enlatada, aguantar la suciedad y el olor, resistir la presión del mal agudo de montaña y no poder estar lejos de tus seres queridos…
Uno se pregunta si existe algo tan grande y tan intenso para justificar semejante hazaña: creo que basta con solo experimentar el sentimiento de felicidad y satisfacción que lo invade a uno al ver cumbre de la montaña, esa cumbre tan anhelada y esperada con gran impaciencia y expectativa. Basta con solo percibir el gélido aire de la cordillera que llena nuestros pulmones. El poder testimoniar nuestra hazaña en el libro de cumbres, y poder guardar en nuestras memorias ese instante único e irrepetible.
Este viaje fue como un sueño hecho realidad. Pero, para que un sueño se cumpla, necesitamos a alguien que nos de fuerzas y nos aliente a cada paso, porque sino, nos quedamos en el sueño.
Nuestro viaje de Semana Santa se realizó en Mendoza en un hermoso lugar al pie del Cordón del Plata, en la parte más cercana de la alta montaña mendocina.
Luego de dos horas y media, con su debido desayuno de por medio, llegamos al refugio del Club Andino Mendoza conocido como refugio Mausy que sería nuestro punto de partida del viaje. Tras una liviana caminata con las mochilas llenas para calentar las piernas, dejamos atrás el centro de esquí para adentrarnos en las alturas. Llegamos a nuestro primer y único campamento de altura llamado Las Veguitas, siendo el epicentro y punto de partida de las cumbres de altura. Después de armar las carpas y tras comer algo liviano y rápido, decidimos conocer el segundo campamento denominado Piedra Grande, que cuenta con 3500 metros de altitud. Atravesamos la subida en forma de zig-zag a un paso corto y continuo. Cuando arribamos al campamento, desmejoró así que tomamos unas fotos y regresamos a Las Veguitas. La noche no se hizo esperar, no faltaron las historias, las anécdotas de siempre, y algunos chistes acompañados con algo para tomar.
Al día siguiente armamos las mochilas y dejamos las carpas para ir a las Morrenas Coloradas, con el objetivo de llegar a la base del cerro Agustin Alvarez el cual no pudimos alcanzar. La excursión se convirtió en una titánica tarea que se prolongó más de 12 horas con un desnivel de 1200 metros, finalizando nuestro recorrido en el glaciar debido a la falta de agua y al escaso tiempo. Luego del merecido descanso, retomamos el camino llegando al campamento base a fuerza de voluntad y con ayuda de las linternas.
Al día siguiente, al salir el sol, 17 de los integrantes salimos en busca de conquistar la cumbre del cerro San Bernardo. El cerro fue una buena opción ya que es ideal para ascender en esta época del año y porque su base es de fácil acceso desde las Veguitas. Iniciamos la jornada con una bajada de 50 metros que nos sirvió para “estirar las piernas”, debido a que nos esperaba una odisea de 1000 metros de desnivel de puro acarreo y piedra. Sobre el final, ya el cansancio se hacía presente y algún que otro dolor amenazador .La cumbre desató una serie de sentimientos que emanaba de cada uno que se transportaban en cada abrazo, cada palmada y en cada beso. Victoriosos, almorzamos con una vista privilegiada de los cerros Vallecitos, Rincón, Lomas Amarillas, etc. En la bajada no faltaron las caídas estilo ballet y el ski sobre botas. Ya en el campamento descansamos y repusimos las energías perdidas.
Al amanecer siguiente, dos de los integrantes más experimentados se animaron a hacer cumbre en el San Bernardo mientras los demás desarmamos campamento y nos dirigimos al centro de ski. Algunos decidimos hacer parte de la cadenita en el tiempo libre mientras que otros decidieron relajarse y tomar sol. De la misma sólo hicimos cumbre en el cerro Los Arenales y en el cerro Lomas Blancas debido a que nos esperaba el transfer en el Mausy. En el mismo nos reagrupamos los 20 integrantes para luego ir a la Terminal, donde cenaríamos contando las anécdotas del viaje y dando la impresión de cada uno.
Tomi. g
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Preparandonos en el mausy |
Cruzando un curso de agua |
Acondicionando el campamento |
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Víctimas del mal de altura |
En el campamento Piedra Grande |
Las nubes a nuestros pies |
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Anochecer estrellado |
1er repecho a las Morrenas Coloradas |
Panorámica |
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Descanso |
Último repecho |
Rehidratando en el glaciar |
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Trekkinistas desconocidos |
Quién será? |
Ski en el acarreo |
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Reponiendo energias |
Al día siguiente… |
Subida al cerro San Bernardo |
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El grupo |
Seguidme! |
Último repecho |
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Cumbre!!! |
Hermanos siempre unidos |
Whisky |
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Regresando al centro de ski |
En la cumbre del arenales |
Postal |
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El Lomas Blancas |
Foto de cumbre en Lomas Blancas |
Zig-zag |
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Regreso al Mausy |
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El cerro San Bernardo |
antes del último repecho |
llegando a la cumbre |